Claudia Sheinbaum proyecta fortalecer el salario mínimo hasta 2030
El proyecto de gobierno de Claudia Sheinbaum, virtual presidenta electa de México, incluye una ambiciosa estrategia para fortalecer el salario mínimo, continuando la política implementada por la actual administración. El objetivo es que para el año 2030, el salario mínimo haya recuperado completamente el poder adquisitivo perdido desde 1976.
El documento titulado 100 pasos para la transformación, que detalla el proyecto electoral completo de Sheinbaum, propone mantener incrementos anuales de doble dígito en el salario mínimo. La meta es concluir el siguiente sexenio con el salario mínimo más alto en la historia de México, asegurando una mejora sustancial en la calidad de vida de los trabajadores mexicanos.
Este enfoque responde a la necesidad de combatir la pérdida de poder adquisitivo que ha afectado a las familias mexicanas durante décadas. Desde 1976, el salario mínimo ha sufrido un deterioro significativo debido a la inflación y a políticas económicas que no han favorecido a los sectores más vulnerables. La propuesta de Sheinbaum busca revertir esta tendencia y establecer una base salarial que permita a los trabajadores cubrir sus necesidades básicas y participar más activamente en la economía.
El plan de Sheinbaum también incluye mecanismos para garantizar que estos incrementos se implementen de manera sostenible, evitando presiones inflacionarias que podrían contrarrestar los beneficios del aumento salarial. Además, se contempla una serie de medidas complementarias, como el fortalecimiento de los programas sociales y la promoción de la formalización del empleo, para asegurar que los incrementos salariales se reflejen en mejoras reales en el bienestar de la población.
La propuesta ha sido bien recibida por diversas organizaciones laborales y sociales, que han señalado la importancia de un salario digno como un derecho fundamental y una herramienta crucial para reducir la desigualdad. No obstante, algunos sectores empresariales han expresado preocupaciones sobre el impacto que estos incrementos podrían tener en los costos de operación y la competitividad de las empresas, especialmente en el sector de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs).
En respuesta a estas preocupaciones, el equipo de transición de Sheinbaum ha indicado que se trabajará en estrecha colaboración con el sector privado para diseñar estrategias que minimicen los posibles efectos negativos y maximicen los beneficios de una política salarial justa. Esto incluirá incentivos fiscales y programas de apoyo para las PyMEs, así como la promoción de prácticas empresariales sostenibles y responsables.
