Senado de Estados Unidos aprueba proyecto de ley para aumentar penas a traficantes de fentanilo
Esta medida ya había sido aprobada previamente en la Cámara de Representantes
El Senado de Estados Unidos aprobó un proyecto de ley que endurecerá las penas de prisión para los traficantes de fentanilo, en un esfuerzo conjunto de republicanos y demócratas para frenar la distribución de esta peligrosa droga. El proyecto de ley, conocido como la Acta HALT Fentanyl, fue aprobado con una amplia mayoría de 84 votos a favor y 16 en contra, con todos los votos en contra provenientes de legisladores demócratas.
Esta medida, que ya había sido aprobada previamente en la Cámara de Representantes, refleja el consenso bipartidista sobre la necesidad de actuar para combatir el fentanilo, una droga que ha provocado una crisis de muertes por sobredosis en el país.
El apoyo a la ley es en gran parte una respuesta a las preocupaciones sobre el aumento de las muertes por sobredosis, que han sido atribuidas en gran medida al fentanilo. Durante las elecciones, el ex presidente Donald Trump destacó el problema del tráfico de fentanilo, lo que generó un impulso en ambos partidos para tomar medidas más severas. La ley fue aprobada en la Cámara de Representantes con un apoyo considerable de demócratas, lo que demuestra que muchos en el partido están dispuestos a trabajar en conjunto para limitar la distribución de la droga.
El proyecto de ley incluye medidas que agregan permanentemente todas las versiones imitadoras del fentanilo a la lista de las drogas más peligrosas de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), lo que permitirá un incremento en las condenas penales para aquellos involucrados en la distribución de estas sustancias. Además, busca fortalecer las investigaciones relacionadas con el fentanilo y mejorar las herramientas de las fuerzas del orden para abordar el tráfico de la droga.
La "guerra contra las drogas"
Sin embargo, el proyecto ha generado controversia, especialmente entre algunos sectores progresistas del Partido Demócrata. Los detractores señalan que la propuesta repite los errores de la "guerra contra las drogas" de las décadas pasadas, que resultó en la encarcelación masiva de personas, especialmente de comunidades negras y latinas, sin abordar las causas subyacentes de la adicción.
El senador Ed Markey, demócrata de Massachusetts, fue uno de los principales críticos de la ley, acusando a sus patrocinadores de utilizarla como una estrategia política sin ofrecer soluciones reales a la crisis del fentanilo. "Este proyecto de ley dificultará la investigación sobre la adicción y los medicamentos para revertir sobredosis, y en su lugar se centrará en encarcelar en lugar de tratar la adicción", declaró Markey. Además, advirtió que la medida desviará recursos de estrategias más efectivas para combatir el flujo de fentanilo, como mejorar la cooperación internacional y fortalecer las medidas de control fronterizo.
El fentanilo, un opioide sintético extremadamente potente, ha sido responsable de una gran parte de las muertes por sobredosis en Estados Unidos. En 2023, la pena de prisión promedio para quienes fueron condenados por traficar drogas relacionadas con el fentanilo fue de siete años y tres meses, y la mayoría de los condenados eran personas de color, lo que ha generado preocupaciones sobre el impacto desproporcionado de la ley en las comunidades más vulnerables.
Si bien el presidente Joe Biden no se ha pronunciado directamente sobre la ley, se espera que el proyecto de ley llegue a su escritorio para su firma una vez que sea aprobado formalmente en ambas cámaras del Congreso. El líder de la mayoría en el Senado, John Thune, ha indicado que la ley es una herramienta esencial para combatir el tráfico de fentanilo, y el presidente ha señalado que está dispuesto a firmarla.
A pesar del apoyo bipartidista, el debate sobre cómo abordar la crisis del fentanilo y la adicción sigue siendo divisivo. Si bien la nueva ley ofrece una solución a corto plazo al aumentar las penas para los traficantes, muchos se preguntan si esta estrategia será suficiente para abordar las causas fundamentales del abuso de sustancias y la crisis de salud pública asociada con el fentanilo.